Por qué debes ofrecer entrenamiento en grupo en tus instalaciones
A medida que el sector del fitness se recupera del revés de la pandemia y vuelven los gimnasios, el ejercicio en grupo se consolida como un elemento clave en la oferta de los centros de fitness. El uso flexible del espacio, un entorno de entrenamiento estimulante y un programa bien planteado también será crucial para los operadores. En este último artículo, nos fijamos en los beneficios del entrenamiento en grupos reducidos y el efecto positivo que ejerce en tus socios cuando se realiza bien.
UN MODELO RESPALDADO POR DATOS, CIFRAS Y RESULTADOS
Existe la necesidad de desarrollar un modelo de entrenamiento en grupo que sea exitoso y que dé respuesta a las tendencias y demandas del sector:
Entrenamiento en grupos pequeños
El 67,2 % de los operadores independientes y el 76,2 % de los operadores multipropiedad ofrecen entrenamiento atlético y funcional
El 79,5 % de los operadores independientes y el 90,2% de los operadores multipropiedad apuestan por el ejercicio en grupo
El 52,5 % son programas de entrenamiento basados en circuitos
La edad promedio es de 40,9 añosFormación y cualificación del personal
El 92,6 % de los operadores independientes y el 100 % de los operadores multipropiedad han seguido formando a sus empleados
El 74,6 %, en entrenamiento atlético y funcional y el
83.9 %, en entrenamientos grupales(Fuente: DSSV 2019)
Si interpretamos estas cifras y reflexionamos sobre cómo queremos que sea el futuro del sector, podemos extraer una serie de conclusiones:
- Los operadores deben ofrecer modelos para grupos pequeños centrados en entrenamiento atlético y funcional
- Los operadores deben implantar un modelo basado en la salud y el rendimiento en sus instalaciones.
- Los operadores deben seguir cumpliendo con todas las medidas impuestas por el coronavirus. A la vez, si en el futuro llegaran nuevas restricciones de movilidad o aforo, deberán ser capaces de adaptar su oferta y mantener las distancias de seguridad necesarias entre los usuarios de los grupos pequeños.
ENFOQUE E IDEA
Durante años, hemos vivido la preocupación de los operadores acerca del reto que supone destinar una zona específica al entrenamiento atlético y funcional en sus instalaciones.
A menudo, el estado de las mancuernas o de los discos no era lo que más influía en la cuota de asistencia de una clase. Lo que disuadía a los socios era hacer clase en grupos pequeños encapsulados entre las máquinas o en la esquina más recóndita del gimnasio.
Los programas de entrenamiento mal planificados que carecen de un sistema y una estructura son poco competitivos, se ha dejado al margen la preparación, y los nombres de los ejercicios no transmiten los principios y objetivos de forma clara.
Según esto, es fácil deducir que disponer de buenos equipos sin un modelo y programa integrales que lo respalden pierde rápidamente su atractivo.
Como resultado, las zonas de entrenamiento funcional y los racks se quedan abandonados.
Para paliar esto, es necesario instaurar un modelo de entrenamiento en grupos reducidos que esté bien planteado. El objetivo es ofrecer buenos resultados a largo plazo a los operadores, entrenadores y socios, así como mejorar las competencias de los entrenadores, cuidar a los usuarios y despertar la sensación de comunidad dentro del grupo pequeño. Con y sin medidas anticovid.
QUÉ INTERESA A LOS SOCIOS
Todos los estímulos visuales y táctiles despiertan sensaciones, tanto positivas como negativas. Los socios pueden sentirse motivados o desatendidos en función del entorno en el que se entrenan, y también en función de cuán estructurada esté la zona, qué programas se ofertan y qué prioridad se da a las zonas de entrenamiento. Todo esto es importante para ellos.
¿Qué factores hay que tener en cuenta a la hora de diseñar una oferta de entrenamiento para grupo pequeños?
- Diseño, espacio e iluminación
- Equipamiento y calidad de los accesorios
- Modelo y programación
Una combinación de los elementos anteriores ayudará a los centros a ofrecer a sus socios experiencias positivas y estimulantes.
BAJAR LA BARRERA PSICOLÓGICA Y AUMENTAR LA MOTIVACIÓN
La barrera psicológica ha estado presente desde que existen los gimnasios. Todo el mundo lo sabe: a veces cuesta entrar en territorio desconocido. Todo centro o entrenador debe tener como objetivo allanar el terreno a los usuarios, y hay dos instrumentos básicos para mitigar el miedo que sienten: comunicación y estructura.
Ambos factores reducen en gran medida la incertidumbre, lo cual disminuye el nivel de reticencia.
Aplicado a una zona de ejercicios en grupo, una clara estructura sería así:
- Una zona de entrenamiento definida
- Estaciones claramente identificables
- Técnicos cualificados
- El entrenamiento se efectúa según una estructura sistemática
De esta forma, tanto los entrenadores como los socios se benefician de un modelo claro. Aunque haya mucha variedad en el tipo de sesiones, la orientación y la fácil identificación proporcionan la seguridad necesaria por ambas partes.
Además, los clientes aprenden rutinas cada vez más complejas entre programa y programa, que pueden poner en práctica en otras salas del centro. Esto les hace ser más competentes y comprender mejor el movimiento y el deporte en sí.
Un buen modelo incluye todos estos elementos y proporciona al personal las herramientas necesarias para que sus programas tengan éxito a largo plazo, así como para estrechar la relación entre entrenador y cliente.
Estas son algunas de las herramientas que ayudan a elaborar programas consistentes a largo plazo:
- Formación in-house u online
- Folleto en PDF (guía del entrenador)
- Imágenes sugerentes
- Secuencias de vídeo
- Planes de sesiones
A partir de esta percepción subjetiva, el valor del curso aumenta de cara a los participantes.
A tener en cuenta: Cuanto más subjetiva es una valoración, mayor es la fidelidad del cliente.
Para garantizar esta calidad, hay que proponer a los usuarios ejercicios con distintos enfoques, que incluyan progresiones y regresiones como alternativa.
Aprovechando estas oportunidades no solo estaremos mejorando la confianza y el rendimiento de nuestros clientes sino que esta sinergia influye también en los entrenadores. Mediante la preparación y aplicación práctica y constante de movimientos, rutinas y ejercicios de movilidad, los entrenadores también realizan un aprendizaje y pueden trasladar estos conocimientos a otros ámbitos del centro.
Con el cierre de los gimnasios por la pandemia, nos hemos visto obligados a evolucionar y adaptar nuestros métodos de entrenamiento. No obstante, independientemente de dónde entrenemos —en casa o en el exterior— seguiremos necesitando interactuar y conectar con los demás, ya sea con los entrenadores virtuales o los amigos del parque. Y esta es la razón por la cual el ejercicio en grupo volverá con más fuerza que nunca en la era pospandemia.
¿Y qué es lo siguiente? En la segunda parte descubrirás...
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Las razonas por las que los programas de entrenamiento bien estructurados motivan y fidelizan a los socios y cómo funcionan.
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Aquí encontrarás información muy práctica y detallada sobre cuáles son las mejores prácticas a la hora de planificar ofertas de entrenamiento en grupo. Descubre los aspectos que son decisivos para tus socios en nuestra exclusiva serie de artículos «¿Cómo conseguir que el ejercicio en grupo sea una experiencia positiva en tus instalaciones?».