Cómo conseguir que tus huéspedes disfruten de una experiencia de bienestar sin salir de la habitación
En la era pospandemia, el perfil del usuario típico de los hoteles con gimnasio ha cambiado. Las personas ahora buscan experiencias más personales, en las que dispongan de más control con la mínima intervención.
¿Pero cómo incorporar las tendencias de fitness postpandemia en tu oferta?
Los productos y las marcas de fitness viajan con sus clientes. Durante la pandemia, muchos usuarios han integrado las rutinas de fitness en su estilo de vida, por lo que es fundamental que, cuando viajen, también tengan acceso a las instalaciones a las que están bien acostumbrados. Para aquellos huéspedes que quieren seguir cuidando su salud durante su estancia lo siguiente es importante:
- El seguimiento del entrenamiento,
- Las sesiones a demanda
- Las propuestas de rutinas diarias
Cada vez son más los hoteles que ponen a disposición de sus clientes material para entrenar desde las habitaciones, como cintas de correr, bicicletas estáticas, mancuernas y pelotas. Algunos hoteles de bienestar ya están ofreciendo a sus huéspedes estancias contiguas a su habitación acondicionadas como despacho o como gimnasio. Estas promociones se conocen como «Work-in, Work-out» y cuentan con servicios de entrenamiento virtual. El concepto Five Feet to Fitness de la cadena Hilton fusiona la estancia tradicional con un minicentro de fitness, que cuenta con once equipos y accesorios distintos en la propia habitación, a los que se suma una pantalla táctil con tutoriales de ejercicios individualizados para que los huéspedes puedan seguir sus rutinas de entrenamiento. Los hoteles Kempinski han introducido el concepto de las «fit rooms» en alojamientos de su selección. Se trata de suites equipadas con materiales para entrenar y servicios de fitness bajo demanda, que además cuentan con sesiones individuales con un entrenador virtual a las que se accede mediante un código QR.
Conocer bien a tu público determinará tu oferta final, y cómo la experiencia afectará a su estancia y a la probabilidad de que quieran volver.
- Si tu perfil de huésped viaja por negocios y quiere mantener su rutina diaria de ejercicios, ofrecerle esa posibilidad en su propia habitación podría compensar la inversión inicial.
- Si tu público suele viajar por ocio y prefiere entrenar en el gimnasio del hotel y reservar su habitación para dormir y descansar, será necesario cambiar de estrategia.
Es cierto que no siempre se dispone de presupuesto para ofrecer un gimnasio en la habitación o disponer de equipos de la más alta tecnología, pero hay otras formas de diseñar una estancia orientada al turismo de bienestar.
La oferta no tiene por qué limitarse a las máquinas de ejercicio, sino que puedes optar por ofrecer sesiones de mindfulness, meditación y ejercicios básicos de estiramiento en la televisión de la habitación para mejorar su experiencia sin hacer una gran inversión. También puedes recomendar apps de fitness o rutas de senderismo cercanas.
El bienestar va más allá del ejercicio físico. Por eso, asegúrate de que el servicio de habitaciones ofrece una amplia selección de productos locales e incluso orgánicos cuando sea posible, y no olvides destacar las opciones saludables que tienen a su alcance o de ofrecer extras más específicos, como batidos de proteínas, para los amantes del fitness más abnegados.
El bienestar tampoco acaba en la habitación, sino que es un proceso continuo que no puede limitarse a una sola estancia. Si trabajas todos los aspectos de tu organización a través del prisma de la filosofía del bienestar, te asegurarás de que tus huéspedes reciben la experiencia que esperaban, que la disfrutan y que vuelven a por más.